La nueva Ley 19.628 de Chile sobre protección de datos personales establece un marco regulatorio para el tratamiento y protección de los datos personales de las personas naturales, asegurando el respeto a los derechos y libertades fundamentales. La ley introduce principios como la licitud, lealtad, finalidad, proporcionalidad, calidad, responsabilidad, seguridad, transparencia e información, y confidencialidad, los cuales deben ser observados por cualquier persona o entidad que maneje datos personales. También se define la creación de la Agencia de Protección de Datos Personales, encargada de supervisar y garantizar el cumplimiento de la ley.
Entre los principales puntos de la ley, se incluyen el reconocimiento de derechos a los titulares de los datos, tales como acceso, rectificación, supresión, oposición, portabilidad, y bloqueo. La ley regula específicamente el tratamiento de datos personales sensibles, imponiendo restricciones adicionales para su manejo y estableciendo que el consentimiento del titular debe ser libre, específico, informado e inequívoco. Además, se establece que los datos deben ser recolectados solo para fines específicos y explícitos, y que no pueden ser utilizados para otros propósitos sin el consentimiento del titular.
Los efectos legales de esta ley son significativos, ya que establece obligaciones estrictas para los responsables del tratamiento de datos, imponiendo sanciones por incumplimiento. La normativa asegura una mayor protección de la privacidad y los datos personales, alineando a Chile con estándares internacionales en materia de protección de datos. Esta ley también ofrece un marco legal claro para el manejo de datos por parte de organismos públicos y privados, promoviendo la transparencia y la seguridad en el tratamiento de la información personal.
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