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mso-bidi-font-family:"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;
mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">En
diciembre de 2013, Yans (Presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) acusó a Uruguay
de negligencia con respecto a preocupaciones en materia de salud pública, de
bloquear deliberadamente todo intento de diálogo y de mostrar una actitud “de piratas” frente a las convenciones
de la ONU. El presidente Mujica reaccionó con indignación, declarando que
alguien debería decirle “a ese viejo que no mienta”, mientras que Milton
Romani, embajador uruguayo ante la Organización de los Estados Americanos,
manifestó que Yans “ya tendría que estar pensando en renunciar porque no se
trata así con Estados soberanos”. En el contexto de esta desastrosa relación,
el subsecretario Luis Porto viajó a Viena en febrero de 2014 para presentar
ante la Junta la nueva legislación uruguaya y explicar los argumentos en que se
basa. Porto destacó varios puntos en su presentación: el objeto y fin de las
convenciones de control de drogas es proteger la salud y contrarrestar los
efectos nocivos del tráfico ilícito de drogas. Porto también recordó a la
Junta que Uruguay promueve en la CND una mejor integración de los instrumentos de
derechos humanos en la política de fiscalización de estupefacientes. Aquí el texto completo de su presentación.
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