la
novela de lizandro chávez trágame tierra (1969) representa dos
hitos literarios: ser la primera novela contemporánea
centroamericana y ser la primera novela sandinista. En este artículo
interesa analizar la representación de la otredad política,
manteniendo presente esa doble
inserción
historiográfica. Por una parte, el texto plantea una deconstrucción
de la asociación política-monstruosa común en las novelas
regionalistas, de la dictadura y las novelas bananeras que preceden
al ciclo revolucionario en Centroamérica. Por otra parte, el texto,
a diferencia de los textos revolucionarios, no se caracteriza por
marcar la subjetividad heroica del revolucionario ni por construir la
montaña como espacio de transformación. En vez de haber un marco
referencial de regularidades contra el cual proyectar el fenómeno
para destacar su anomalía, lo que se presenta es la imposibilidad de
definir un código ideológico que integre nociones elementales de lo
bueno/lo malo, lo positivo/lo negativo y que, así, nos permita una
clara definición de lo monstruoso de la otredad política. De esa
manera la otredad política adquiere rasgos monstruosos desde ambos
bandos: somocista y sandinista. El futuro de la revolución y la
implantación de una nueva sociedad
resultan
problemáticos, pues lo monstruoso es familiar, está entre nosotros.
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