SUMARIO: I.- Panorama actual; II.- Aceleración judicial; III.- Complemento auxiliar forense; IV.- Desafío Deepfakes; V.- Oportunidad normativa; VI.- Desafío conclusivo; VII.- Bibliografía consultada.
RESUMEN: La evolución de la humanidad ha estado marcada por avances tecnológicos, y en la era actual, su desarrollo es exponencial. La Inteligencia Artificial (IA) es una realidad que supera la ficción, con aplicaciones en todo ámbito. En el jurídico, se ha utilizado la IA en casos judiciales, pero también hubo incidentes de información falsa generada por estas herramientas, lo que plantea desafíos en cuanto a la fiabilidad y verificación de los resultados. A pesar de las críticas, la IA se vislumbra como revolucionaria, con amplias aplicaciones beneficiosas en la administración de justicia y en otras áreas de la sociedad. En el sistema de justicia penal, la IA es un auxiliar indispensable en todas las etapas, mejorando la rapidez y objetividad de los resultados. En el plano forense, puede agilizar y mejorar el análisis de evidencias y escenas del crimen, así como en la detección de contenido falso como deepfakes. Sin embargo, existe el riesgo de su mal uso, desafiando la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso. Desarrollar políticas públicas que la regulen será nodal, exigiendo una evolución de los marcos regulatorios que contemple plenamente el nuevo escenario generado por las IA.
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