Doctrina
Ene
16
2018

La educación superior en las cárceles. Los primeros pasos de Ecuador

Alcanzar el Buen Vivir no es posible sin
solucionar los problemas de 
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mso-fareast-theme-font:minor-latin;color:#222222;mso-ansi-language:ES;
mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SA">exclusión social que requieren de la expansión
de las libertades de 
grupos históricamente marginados, como lo son
las personas privadas de 
libertad, muchas de las cuales antes de cometer actos
delictivos 
vivieron en un entorno de violencia y pobreza,
situación que en la 
cárcel punitiva concebida como una institución
de castigo y 
denigración, se intensifica, acentuando conductas antisociales que crean
círculos viciosos cuya 
ruptura se logra, entre otras cosas,
proporcionándoles nuevos 
funcionamientos y capacidades,por lo cual la
educación inclusiva en 
igual calidad que la ofertada en la vida libre
pero con diseños 
curriculares y metodológicos específicos que
garanticen la 
transferencia efectiva de conocimientos hacia
este grupo, es clave, 
constituyéndose en el ejercicio de un derecho
humano que dignifica a 
la vez que rehabilita, siendo la educación
superior la de mayor 
impacto transformador. Ecuador inició un primer
pilotaje otorgando 
becas a un grupo de presos para acceder a
estudios universitarios en 
contexto de encierro, plan que debe superar
diversos obstáculos 
requiriendo de la coordinación
interinstitucional y del compromiso de
la sociedad para que rinda los resultados
deseados, contribuyendo a 
convertir a las prisiones en verdaderos Centros
de Rehabilitación 
Social y al Sistema de Rehabilitación Social en
un promotor de los 
derechos humanos y el Bien Vivir.


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