En el contexto colombiano de finales del siglo
XIX y principios del
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minor-latin;color:#222222;mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:EN-US;
mso-bidi-language:AR-SA">XX, en medio de las transformaciones sociales,
políticas, económicas,
urbanas y culturales generadas por el proceso de
industrialización y modernización, las instituciones de asistencia y
control jugaron un
importante papel en la definición y
establecimiento de mecanismos de intervención y regulación social que desde los
entes estatales
se formularon para el manejo de un nuevo
panorama poblacional. En el caso de Medellín, capital de Antioquia, el
acelerado proceso de
industrialización modificó profundamente la
composición de la población, reformulando el modo en que las
personas se relacionaban
con la ciudad y su propio cuerpo, y generando
graves dificultades para el gobierno local, que se vio sobrepasado por problemáticas
de hacinamiento, marginalidad, desnutrición, prácticas poco
higiénicas y altos índices de criminalidad.
La niñez no fue ajena a esta nueva problemática
social, ante la cual el gobierno departamental desarrolló una serie
de medidas que
incluyeron la creación de dos instituciones y
cuya misión no se limitó al modelo de reformatorio, comprendiendo
prácticas de persuasión y
estímulos en el manejo de la infancia infractora, y
reconfigurando el cuerpo social del niño para desentrañar las razones físicas,
médicas y psicológicas por las que se cometía algún tipo de delito, así
como la inclusión del discurso moralizador, las prácticas higiénicas y
la disciplina del trabajo.
Doctrina
Ene
23
2017
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