Femicidio de Micaela: para Casación hay que determinar si Pavón fue encubridor o se auto encubrió de un hecho propio.
La Cámara de Casación Penal de Paraná, integrada por Marcela Badano, Marcela Davite y Hugo Perotti, dio a conocer hoy los fundamentos del fallo por el cual ratificó, por unanimidad, la condena a Sebastián Wagner y en la que ordenó anular la de Néstor Pavón y realizarle un nuevo juicio. Se dio lectura a los fundamentos de la sentencia y se pronunció sobre los recursos presentados por las partes acusadoras (fiscalía y querella, los padres de Micaela García) y la defensa contra la sentencia dictada por el Tribunal de Gualeguay por el femicidio de Micaela García, ocurrido el 1 de abril de 2017 en esa ciudad.
Al estar ante un caso de femicidio la Cámara de Casación Penal, atendió la gravedad e importancia que la manifestación de este fenómeno requiere y recabó información estadística, enmarcando el caso en el “terrible contexto de violencia estructural que existe contra las mujeres”.
Sobre la situación de Sebastián Wagner, la Cámara de Casación Penal argumentó que luego de haber efectuado las precisiones sobre cómo se debe realizar la valoración de la prueba en conjunto, concluyó que lo dispuesto por la sentencia del Tribunal de Juicio, que lo declaró autor del abuso sexual y del homicidio triplemente calificado, fue correcto.
Se tuvieron en cuenta los elementos que ponderó el Tribunal de grado, se revisó íntegramente la prueba y la corrección de las inferencias que de la misma se podían realizar. Mediante este método se llegó a la misma conclusión que ese Tribunal, en cuanto a que Wagner fue autor de la captación, abuso y muerte de Micaela García.
Respecto a la pretensión de que Wagner sea condenado como autor del abuso sexual con acceso carnal (y no por el femicidio), a raíz de la prueba analizada, y escuchando la versión de la defensa, atendiendo a las reglas de la coautoría y a lo que la doctrina ha desarrollado al respecto, se concluyó que de todos modos su pretensión no puede ser oída, y confirmó la sentencia a cadena perpetua.
En relación a la participación del imputado Néstor Roberto Pavón, (condenado a cinco años de prisión efectiva) la Cámara analizó la sentencia de primer grado a fin de establecer si fue encubridor de un hecho cometido por otra persona o se autoencubrió de un hecho propio.
En este punto, entendió que se debía determinar razonablemente cuáles eran los que se consideraban probados, a lo que entendió que se carecía de una fundamentación adecuada, atento a que no se brindaron respuestas suficientes respecto a su accionar, no se valoró la prueba de manera conjunta, y se aplicaron criterios distintos o contradictorios en la evaluación de las probanzas.
Así analizó la postura del Tribunal de grado, según la cual Wagner habría actuado solo en el evento criminoso. Y se comparte con los recurrentes que esa hipótesis (que a su vez fuera negada por todas las partes), no se condice con las pruebas que se llevaron a juicio.
Por todo esto la Cámara concluyó en su dictamen que el descarte de la acusación principal planteada por las partes acusadoras no se encuentra debidamente fundado, lo que impone la necesidad de anular lo resuelto en este punto y que corresponde reenviar la causa para que se realice un nuevo juicio donde se analice la situación de Pavón y se dicte una nueva sentencia ajustada a Derecho.
Resolución de primera instancia
El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay condenó el 6 de octubre de 2017 a Wagner a la pena de prisión perpetua y accesorias legales, al declararlo autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso ideal con homicidio agravado por ser cometido con alevosía, criminis causa y violencia de género; mientras que Pavón fue condenado a la pena de cinco años de prisión por encubrimiento agravado, ya que consideró que sólo actuó como encubridor de Wagner, a quien ayudó a eludir a la Policía y fugarse a la provincia de Buenos Aires, donde finalmente fue capturado. Gabriel Ignacio Otero, el tercer implicado, fue absuelto de culpa y cargo.
Micaela García fue vista por última vez el 1 de abril de 2017, cuando salía de un local bailable de Gualeguay. Tras su desaparición se inició una amplia búsqueda que tuvo repercusión nacional, durante la cual su familia y amigos realizaron varias marchas para reclamar por el esclarecimiento del caso. Su cuerpo, sin vida, fue hallado una semana después en un descampado lindero a la ciudad de Gualeguay.
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