El artículo analiza el juicio abreviado en el caso de una mujer trans acusada de comercialización de estupefacientes, destacando la aplicación de un enfoque de género. En el caso en particular, el juez reconoció la interseccionalidad de factores como identidad de género, migración y vulnerabilidad económica, vinculando estas circunstancias con la exclusión estructural del colectivo trans.
El fallo subraya la necesidad de evitar la aplicación mecánica de normas penales en casos de grupos históricamente marginados, mostrando que la discriminación estructural impacta en las oportunidades de vida y contribuye a conductas delictivas. Pese a ello, la autora reflexiona sobre alternativas que hubieran permitido atenuar más la pena o absolver a la acusada.
Desde una perspectiva de género, el análisis resalta la importancia de abordar las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres trans en el sistema penal, promoviendo un enfoque más inclusivo que considere la corresponsabilidad estatal en las condiciones de exclusión y marginalidad de estas personas.
Comentar