RESUMEN:
La autora flexiona a partir de la Observación General N°26 del Comité de los Derechos del Niño, respecto del predominio y la importancia que adquiere la niñez como sujeto político, activo y activista en las problemáticas ambientales y su papel, como el mismo documento describe de “agentes de cambio”. Pero a su vez discurre acerca de la responsabilidad del mundo adulto en dichas problemáticas ampliando el concepto del interés superior del niño.
Un pasaje importante de este trabajo es cuando aborda la relación entre salud mental y daño ambiental, y la consecuente “ecoansiedad” como lo describe la Academia Americana de Psicología (APA), temor crónico a sufrir un cataclismo ambiental que se produce al observar el impacto del cambio climático sobre la Tierra y la preocupación asociada por el futuro de uno mismo y de las próximas generaciones.
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