La desaparición forzada de personas es un fenómeno que en la historia comenzó mucho antes de lo que pensamos, así como el terrorismo de estado.
Fue, y es, una muy eficaz herramienta para acallar reclamos, del particular damnificado, sus allegados, y la comunidad en conjunto. El daño por la pérdida del familiar querido es innegable y fácil de comprender. El miedo a serlo también, y con ello el silencio que se impone en clave de supervivencia.
En base al trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (2015) y su anexo sobre la desaparición forzada y derechos económicos, sociales y culturales, este trabajo intenta analizar la desaparición forzada de personas en manos de organizaciones criminales no estatales.
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