La definición de la figura jurídico-penal de imputabilidad no ha sido pacífica a lo largo del tiempo ni en la doctrina, ni en la jurisprudencia nacional e internacional. Como consecuencia de esta ausencia de especificidad conceptual en relación con esta materia son muchas las corrientes y tendencias que han surgido al respecto, intentando cada una desde su orilla ofrecer una explicación clara y coherente de sus fundamentos y de su ubicación en la dogmática de la teoría del delito. Dada su trascendencia, ya que la imputabilidad se dirige específicamente a averiguar y caracterizar “quienes tienen (o no tienen) la capacidad para ser culpables” (Matkovic, 2002, pág. 1); constituye uno de los ejes nucleares de este trabajo la exposición de las diferentes posturas al respecto de su ubicación sistemática.Considerando que en la legislación colombiana para que una conducta pueda ser considerada punible debe cumplir con tres requisitos insalvables: ser antijurídica, típica y culpable, y que además para que un hecho pueda ser considerado culpable, debe primero constatarse que sea imputable, se ha realizado una investigación profunda acerca de los métodos para la determinación de la imputabilidad, sus causas y los factores que se conjugan para que eventualmente la actuación de un individuo pueda ser declarada inimputable.De otro lado, se tiene que en la actualidad el asunto de la Responsabilidad Penal de los Adolescentes reviste una gran importancia, no solo por las recientes reformas legal es en Colombia de las que ha sido objeto, sino además porque el aumento gradual – e incluso para algunos alarmante− de la delincuencia juvenil, reclama un esfuerzo por parte de la academia y desde el aparato institucional de nuestro país para ofrecer alternativas que procuren un tratamiento serio, efectivo y adecuado de esta problemática. En este
escenario es preciso considerar la situación de vulnerabilidad de los adolescentes
para que el abordaje del asunto acoja las circunstancias particulares de tipo social, económico y cultural de este grupo poblacional. La situación creciente de jóvenes en conflicto con la ley es un
fenómeno que nos debe ocupar a todos como sociedad. La familia, la escuela y la comunidad constituyen el primer entorno de protección y prevención. Sin embargo, la participación articulada de los entes del Estado (justicia, salud, educación, entre otros) también se hace apremiante. Los adolescentes en conflicto con la ley son quienes en su trasegar reflejan la desigualdad, la pobreza, la exclusión del sistema educativo y del mercado laboral formal. La gran mayoría presenta una historia de vida marcada por la
violencia intrafamiliar, el abuso, la explotación y el uso abusivo de sustancias psicoactivas. En este sentido, el medio familiar se transforma de entorno protector a entorno de riesgo. Además cuentan con grupos de pares y de adultos que, con bastante frecuencia, son el camino a la pandilla, desde donde pueden
avanzar y ser fácilmente seducidos al camino de la ilegalidad.(Insituto Colombiano de Bienestar
Familiar, 2012).Más estos dos temas no son ajenos: la imputabilidad y la responsabilidad penal de los adolescentes, pues en buena medida explicar la naturaleza de la responsabilidad penal de los jóvenes, implica directamente abordar el tema de su imputabilidad o inimputabilidad. Con esta perspectiva como
orientación, la finalidad principal de este trabajo es explicar el tratamiento que se le da a la imputabilidad en el marco de la responsabilidad penal de los adolescentes en Colombia y en algunos países de Latinoamérica, cuyo progreso resulta
importante revisar por la cercanía de nuestras tradiciones jurídico penales.
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