El fenómeno
de los nuevos grupos armados surgidos tras
el proceso de desmovilización paramilitar en
Colombia ha sido abordado en diversos
informes de organismos de derechos humanos, documentos
emitidos por observatorios del conflicto armado,
line-height:107%;font-family:"Arial",sans-serif;color:#222222">
reportes de medios de
comunicación regionales y nacionales y artículos académicos
de análisis y reflexión. La producción
al respecto refleja que
lejos de haber sido trascendidas, las
formas de violencia asociadas al paramilitarismo continúan
vigentes y se erigen como la
principal amenaza a la construcción de la
paz y la justicia social. El objetivo
de este artículo
consiste en presentar algunos
elementos centrales que deben considerarse en relación
con las prácticas de criminalidad y control
social que
estos grupos ejercen. En términos precisos,
se señalará el modo en que los homicidios,
las amenazas, los atentados y las
desapariciones cometidas por estas
agrupaciones en contra de líderes sociales y políticos
en las diferentes regiones del
país hacen posible la construcción de un
contexto de terror local favorable a
las dinámicas de acumulación de capital,
legal e ilegal, nacional y transnacional,
que se expresa en el desplazamiento
forzado de población y la imposición de
un orden de tipo contrainsurgente
entre aquellos que logran permanecer
en el territorio. La forma expositiva será
la siguiente: se establecerán los aspectos
que en términos generales describen el
accionar de estas agrupaciones,
para posteriormente precisar una definición
de las mismas y los principales
mecanismos que en la mesa de conversaciones de La Habana se han planteado para
su desmantelamiento.
Doctrina
Nov
29
2016
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