El fracaso de la utopía moderna ha llevado a replantearse el sentido general de las intervenciones de las instituciones públicas en lo que se refiere a sus políticas de control. Aquellas ideas de erradicar los problemas sociales mediante la combinación de consenso y coacción, de prevención y castigo, han dado paso de forma paulatina a políticas que no se proponen ya la solución (eliminación) de los problemas, sinó la gestión eficaz de los mismos. Para ello ha sido necesario aceptar que el énfasis liberal en el individuo ya no era útil a los fines del control, por lo cual éste se ha ido focalizando sobre los grupos sociales y la aplicación de técnicas para su gestión.
Doctrina
Nov
08
2016
PROHIBICIONISMO Y DROGAS: ¿UN MODELO DE GESTIÓN SOCIAL AGOTADO?
Por: Oriol Romaní
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