En
“Tolerancia cero. Estrategias y prácticas de la sociedad de
control”, Alessandro de Giorgi destaca la necesidad de fusionar un
análisis interaccionista y una perspectiva de tipo
materialista, y ello con el objeto de reconstruir la actual
articulación de la relación entre las funciones
instrumentales y simbólicas del castigo
y del sistema de control social.
Mientras las primeras refieren a los
objetivos útiles que se pueden
atribuir a la pena, la segunda atañe
a los universos políticos de discurso
a través de las cuales determinadas
prácticas punitivas son legitimadas. En momentos de crisis
económicas, las elites del poder favorecen la construcción de un
imaginario social punitivo , que recae
en criminales, desviados, distintos, más
en general, sobre un enemigo, con el
fin de distraer a la sociedad de
las cuestiones más profundas. Este último puede adoptar
diversas modalidades: la fuente de todos los males pueden ser muchas.
En la presente ponencia querría
detenerme en un proceso de
construcción social dominante del enemigo y de imaginario
punitivo: el de los migrantes que delinquen. Y ello a
partir del proyecto de reforma del
Código Procesal Penal, contexto que
hace al retorno, para ellos, del fantasma de la amenaza de
expulsión
Doctrina
Ene
19
2016
De la Ley de Residencia a la reforma del Código Procesal Penal: el eterno retorno de la desigualdad
Por: Federico Luis Abiuso
Comentar