Surge del informe que: "Desde 2020, el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires trabaja en la incorporación de distintas estrategias de políticas públicas que apuntan no solo a la reinserción social de sus asistidos, sino que generen la posibilidad de desarmar patrones socioculturales repensando las relaciones socioafectivas y familiares, para varones que fue- ron denunciados por hechos ocurridos en un contexto de género.
Es así como, a partir allí, se creó el Programa de Asistencia Vincular (PAV), con el propó- sito de intervenir activamente en los procesos psicoeducativos de las personas que se asiste, proponiéndoles herramientas emocionales, de relación, educativas, informativas y/o socia- les que les permitan repensar sus vínculos socioafectivos, el abordaje de situaciones conflic- tivas y el aprendizaje de habilidades de comunicación, con el objetivo de favorecer formas no violentas de vinculación y con perspectiva de género".
"“Lado V” nos lleva a cuestionar los valores tradicionales de la masculinidad. Partiendo de la idea de que ninguna persona, sea cual sea su procedencia étnica o nacional, su compo- sición biológica, su tradición cultural o cualquier otra característica social heredada, trae de nacimiento pensamientos discriminadores, ya sea desde el racismo, el clasismo, el sexismo o cualquier otro. Es la propia evolución de las sociedades humanas la que moldea muchas veces las formas en las que sus integrantes interpretan la realidad y, según ello, los paráme- tros de “lo que está bien” y “lo que está mal”. Desandar, desnaturalizar o deconstruir las reglas patriarcales preconcebidas, revisar los roles de género socialmente aceptados debe ser una preocupación constante de los Estados, en general, y de nuestro Poder Judicial, en particular, si pretendemos dar una respuesta efectiva y duradera que implique resultados concretos en términos de reducir a la mínima expresión los hechos de violencia por motivos de género que se propagan como una verdadera pandemia en las sociedades del siglo XXI.
A la vez, se propone como una acción positiva tendiente a modificar patrones culturales con miras a alcanzar la “eliminación de los prejuicios que estén basados en la idea de inferio- ridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”.
Y, por supuesto, para cerrar el círculo virtuoso, “Lado V” se presenta como una opción para evitar que la única respuesta estatal para la eliminación de la violencia contra la mujer sea de carácter punitivo".
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