Abr
11
2016

Cuatro errores comunes de los sistemas de estadísticas sobre crimen y violencia

Sumario para contenido

Estadisticas
y policia

De nuestro estudio sobre costos del crimen en
América Latina y el Caribe

Nuestros países presentan uno de
los mayores índices de delincuencia del mundo. Desafortunadamente
los números han venido aumentando durante los últimos dos decenios,
lo que impone costos considerables a las sociedades y a menudo
convierte el problema de la delincuencia en la principal preocupación
de los ciudadanos de la región.

No obstante, esta tendencia
creciente de la delincuencia no parece ir acompañada de una
inversión significativa en conocer más sobre este problema y sobre
la eficacia de las políticas dirigidas a resolverlo (Di Tella,
Edwards y Schargrodsky, 2010).

Una posible explicación de
esta situación es la falta de datos confiables sobre la actividad
delictiva en la región. Un sistema eficiente para la recopilación,
procesamiento y difusión de información sobre la actividad
delictiva y la justicia penal es un requisito previo para el análisis
de la delincuencia y la prevención eficaz del delito.

Nuestro
libro sobre costos del crimen ha mostrado que en materia relacionada
con la recopilación y difusión de información sobre la actividad
delictiva, la región presenta un atraso considerable, con grandes
brechas en los datos estadísticos que entorpecen la formulación de
políticas y el análisis de la actividad delictiva. En términos
generales, los sistemas de estadísticas sobre la delincuencia de
América Latina difieren de los sistemas estadísticos ideales en
cuatro aspectos clave.

En primer lugar, no están orientados
hacia el usuario. Un sistema ideal de estadísticas sobre la
delincuencia debería producir, como mínimo, indicadores sobre la
seguridad ciudadana (como el índice delictivo por tipo de delito) e
indicadores de las respuestas del sistema de justicia penal
(recursos, desempeño y castigo sistémico). Sin embargo, la
información que proporcionan los sistemas estadísticos sobre la
delincuencia de la región suele no estar a disposición general,
carece de periodicidad y es poco detallada.

En segundo lugar,
los sistemas de estadísticas sobre la delincuencia no se planifican
ni se gestionan de manera efectiva. La realidad lo demuestra: las
dependencias encargadas de recopilar los datos por lo general están
adscritas a diferentes niveles del gobierno y a diversos organismos
en cada nivel gubernamental. Además, en la mayoría de los países,
la falta de recursos y capacitación son obstáculos importantes para
la recopilación y el análisis de estadísticas.

En tercer
lugar, dichos sistemas no mantienen la neutralidad política ni un
perfil público elevado, por el contrario, la importancia de la
delincuencia, como problema que preocupa a los potenciales electores,
a veces se ha usado para fines de manipulación política, al
influenciar el contenido y el momento elegido para dar a conocer
estadísticas sobre la delincuencia.

Por último, el alcance y
contenido de los sistemas de estadísticas sobre la actividad
delictiva de la región no están claramente expresados ni
integrados. La información que ofrecen no obedece a la reacción al
problema de la delincuencia por parte del sistema de justicia penal y
dichos sistemas no usan conceptos y clasificaciones comunes. Esta
falta de información uniforme y disponible de manera periódica ha
obligado a los investigadores a depender exclusivamente de las
estadísticas sobre homicidios recopiladas por la Organización
Mundial de la Salud, para fines de comparaciones internacionales. A
pesar de la diversidad de las definiciones, el “homicidio” puede
ser el crimen cuyos datos más se recopilan y difunden en la
región.

Quizá sea por ello que la investigación académica
sobre la delincuencia en América Latina se ha concentrado
sobremanera en el homicidio. Dicho eso, es imprescindible mejorar la
disponibilidad y la calidad de las estadísticas, como requisito
previo para poder estimar con mayor precisión los costos que imponen
la delincuencia y la violencia en la región. Es necesario crear
instrumentos de recopilación de datos más precisos, especialmente
un sistema integrado que permita el cruce de referencias de datos
sobre denuncias, detenciones, poblaciones carcelarias y procesos
judiciales, así como de datos provenientes de encuestas de
victimización (Bergman y Whitehead, 2009).

Los esfuerzos en
este sentido son un requisito previo para entender un fenómeno tan
complejo como el costo de la actividad delictiva y la violencia, así
como sus factores determinantes, para promover un debate constructivo
y llevar a cabo evaluaciones rigurosas que acrecienten y mejoren el
conocimiento sobre la delincuencia en América Latina y el Caribe.

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