Luego de 44 años detenido, y con varios intentos fallidos por recuperar la libertad, el destino de Carlos Eduardo Robledo Puch comienza a cambiar. Un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires hizo lugar de manera parcial a un Recurso Extraordinario solicitado por la defensa y ordenó que el detenido sea trasladado a un espacio de detención menos riguroso.
"Frente al tiempo que lleva detenido, corresponde establecer que el juez de ejecución deberá adoptar las medidas pertinentes a fin de propender a la paulatina y controlada inclusión del interno en la etapa siguiente -régimen de prueba- al sistema de ejecución de la pena que viene cumpliendo, permitiendo la progresión de su situación carcelaria en un ámbito cerrado a otro menos riguroso que lo vaya preparando para la vida en libertad", expresó el abogado de Robledo Puch, Ignacio Nolfi, en el escrito presentado a la Justicia.
El letrado pidió la libertad por agotamiento de pena de su defendido y denunció “una denegatoria sistemática por parte del Estado de otorgar cualquier beneficio liberatorio en favor de Robledo Puch”.
Ante ello, los miembros del Superior Tribunal hicieron lugar al pedido de Nolfi y fundaron su decisión en el artículo 13 del Código Penal que sostiene que la pena a perpetuidad no es "para siempre", y las condiciones para la libertad condicional y la ley de ejecución penal también permite el ingreso del condenado bajo tal modalidad al régimen de progresividad, permitiendo su preparación para la recuperación de la libertad.
Si bien el agotamiento de la pena le fue denegado, los integrantes de la Corte sostuvieron que "frente al tiempo que lleva detenido el nombrado, corresponde establecer que el juez de ejecución interviniente deberá adoptar las medidas pertinentes a fin de propender a la paulatina y controlada inclusión del interno en la etapa siguiente -régimen de prueba- al sistema de ejecución de la pena que viene cumpliendo, permitiendo de tal modo la progresión de su situación carcelaria en un ámbito cerrado a otro menos riguroso que lo vaya preparando para la vida en libertad".
Robledo Puch es uno de los asesinos seriales más famosos de la Argentina y se encuentra recluido en el Penal de Sierra Chica. El 27 de noviembre de 1980 la Sala I de la Cámara Penal de San Isidro lo condenó a reclusión perpetua, más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, por haber matado a 11 personas y haber cometido más de 15 robos, violaciones y secuestros. Le pesan en total 36 delitos.
En sus años de detención pidió la libertad en varias ocasiones pero le fue denegada ya que las pericias lo calificaban como “peligroso, perverso e incapaz de insertarse en la sociedad".
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