El trabajo analiza el decisorio referido en lo que respecta al conflicto negativo de competencia, pero haciendo particular hincapié en el criterio adoptado por la Corte al analizar el contexto en el cual se suscita el hecho.
Así, los autores vislumbran cómo a pesar de que el delito perpetrado era en principio competencia de la justicia convencional, el contexto que lo rodea lo hizo acreedor de ser investigado por la justicia de excepción, es decir la justicia Federal. Con esto no se sostiene que toda la criminalidad compleja o con estructura de mercado o relacionada a la narcocriminaldiad deba ser investigada por la Justicia Federal, más bien a lo que se apunta es a adoptar posturas que breguen por la persecución penal estratégica.
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