En el mes de julio de 2011 se sanciona la Ley 26.695 la cual afirma la Educación como Derecho de todas las personas privadas de su libertad y enfatiza el rol del Estado como responsable de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todas las personas detenidas, garantizando la igualdad y gratuidad en el ejercicio de ese Derecho, con la participación de las ONG y las familias, debiendo los internos tener acceso pleno a la educación en todos sus niveles y modalidades y completar la escolaridad obligatoria fijada en la Ley.
Desde este marco, el siguiente texto propone a través de un breve análisis, identificar los desafíos que se presentan a la Educación entendida como Derecho Humano; observar los obstáculos que debe atravesar para que su acceso sea garantizado en contextos de privación de libertad y reflexionar sobre cómo la Educación desde esta perspectiva, puede no solo impulsar y estimular las trayectorias escolares, sino potenciar a los sujetos y transformar la sociedad.
Jun
29
2022
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