El cultivo de la flor de amapola en México y Colombia forma parte de una economía local destinada de forma casi exclusiva al mercado ilegal en el exterior: la demanda de heroína, principalmente en los Estados Unidos. En la actualidad existe una crisis humanitaria de gran envergadura en América del Norte, incluido Canadá, en relación con este consumo y los opiáceos que circulan en este mercado.
Para entender la dinámica de este mercado y con el fin evaluar si las respuestas políticas ante el fenómeno son oportunas y eficaces, presentamos este estudio sobre los cultivos de opio en México y Colombia que, junto con Guatemala, son los tres países productores en América Latina. No incluimos a Guatemala en el estudio, por fuerza mayor, pero sí intentamos reflejar alguna información sobre el país centroamericana al respecto.
Como el Gobierno de los Estados Unidos tiende a mirar hacia los países productores para explicar las causas de la situación de emergencia en su país, resulta importante considerar la problemática desde ópticas más amplias e inclusivas.
El presente estudio parte del trabajo de campo de dos investigadores en México y Colombia, y estudios de los datos y literatura al respecto, más los análisis del mercado estadounidense de la heroína, principalmente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). No contempla la situación y los datos de Canadá, donde existe una situación similar en cuanto a la falta de información.
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