El 29 de junio de 2011, el gobierno boliviano anunció su retirada formal de la Convención Única de
1961 sobre Estupefacientes enmendada por el Protocolo de 1972, indicando su intención de volver a
adherirse a ella con una reserva que permita el uso tradicional de la hoja de coca. La decisión se vio
desencadenada por la necesidad de Bolivia de conciliar las obligaciones que tiene en virtud del
sistema internacional de control de drogas con sus compromisos constitucionales y otros deberes
jurídicos internacionales. Bolivia da este paso después de que este mismo año se haya rechazado su
propuesta de modificar la Convención Única eliminando la obligación de abolir la masticación de la
hoja de coca (artículo 49). A principios de julio de 2011, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) exhortó
a todos los países a oponerse a la decisión de Bolivia.
Doctrina
Oct
19
2017
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