El siguiente artículo es producto de mi tesis de
maestría en Salud
font-family:"Arial",sans-serif;mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:
minor-latin;color:#222222;mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:EN-US;
mso-bidi-language:AR-SA">Mental, donde abordo las representaciones
sociales en torno a la
institucionalización en el contexto penal
juvenil. La metodología cualitativa permitió recuperar la perspectiva de
los sujetos desde una
mirada holística, descriptiva y analítica,
mediante entrevistas a jóvenes que transitaron por instituciones de
encierroy a informantes
claves del campo jurídico, las ciencias sociales
y la salud mental, y el análisis de noticias periodísticas. Para la
construcción de datos
se utilizó el método de comparación constante
(Soneira, 2006). Se presentan algunos hallazgos en torno a las
técnicas de gobierno
institucional que, mediante la gestión de los
cuerpos y la producción/administración de sufrimiento
psíquico, reactualizan el
dolor social (Scribano, 2007, 2009) incorporado
en el cuerpo, originado en las condiciones estructurales de
vida, por las falencias
del Estado como garante de derechos y su fuerte
presencia desde una vertiente punitiva. De esta manera, la
institucionalización tiende a
construir subjetividades precarias,
configurándose en instrumento de reproducción del orden social establecido. Estos
aportes invitan a
pensar críticamente los sentidos y las prácticas
que justifican el encierro con objetivos “socio-educativos”, pero
encubren la finalidad
histórica actual de control social sobre ciertos
sectores juveniles, considerados peligrosos y productores del riesgo
Mar
26
2017
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