A lo largo del año
2015 se concretaron una serie de cambios legislativos importantes,
algunos de forma subrepticia,
en aspectos esenciales que afectan
los derechos del menor de edad y
su capacidad de decisión, especialmente en
relación con los derechos sexuales y de
salud sexual y reproductiva. La elevación
de la edad del consentimiento sexual y las
modificaciones en materia de aborto que afectan a las menores
de 16 y 17 años, son solo dos de
las reformas más visibles, de las muchas
que finalmente se emprendieron, que buscan
excluir o limitar la autonomía de estos, y sobre todo,
modular la realidad a través de la construcción
social de la misma con base en
el concepto de “pederastia”
con claro contenido moral. Este artículo muestra las
consecuencias jurídicas y criminológicas,
personales y sociales de esta opción
político-criminal y propone algunos criterios
para dotar de efectos jurídicos al
consentimiento del menor de edad en
el marco de una teoría de los derechos
constitucionalmente fundada.
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Doctrina
Dic
05
2016
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