El
movimiento de capitales propicia la circulación de la cadena
económica y vivifica la micro y la macroeconomía; pero su
incorrecta utilización representa un camino inevitable
que llevaría a su destrucción en
diferentes aspectos. El blanqueo de
capitales es una de las formas
del delito socioeconómico, y sus bases de
ilegalidad se asientan en el empleo de diferentes técnicas de
ingeniería
económico-financiera para
transformar el capital
obtenido gracias a determinados
delitos en una fuente limpia que será reintegrada a la economía
legal.El delito de blanqueo de
capitales ha experimentado una secuencia
expansionista en los últimos veinte
años, cuando en España se vinculaba
al delito de tráfico de drogas como
tipo penal antecedente, si bien ha
ido
desarrollándose en otros tipos
penales, como los delitos de
corrupción, y ha proseguido tomando cuerpo
en un listado taxativo de infracciones
penales, pasando a ser considerado entre los delitos de naturaleza
grave cuyo origen, al igual en Brasil que en España, se encuentra en
bienes provenientes de cualquier actividad delictiva. Asimismo en
ambos países se ha procedido recientemente a
una reforma de
la ley penal –en 2010 la española, en 2013 brasileña–, la cual
ha alterado significativamente ambos ordenamientos jurídicos, razón
por la cual un análisis de ambos constituye en cualquier caso un
trabajo novedoso, en virtud de la novedad de las leyes.
Doctrina
Mar
01
2016
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