Es necesario delimitar con claridad el concepto de corrupción política, desde un punto de vista jurídico-penal, entender cuáles son sus características y desvincularla jurídicamente de otros delitos que pueden llevarse a cabo dentro de las
tramas corruptas, pero que tienen un contenido de injusto diferente. La realidad judicial de los tribunales españoles permite analizar los delitos que entran en juego a la hora de luchar contra ella, los problemas que presenta la investigación de lo realmente ocurrido y las cuestiones técnico-jurídicas sobre las que hay que seguir discutiendo. Las
mejoras en la respuesta efectiva a la corrupción no necesitan intensificar un arsenal punitivo ya suficiente sino atajar la posibilidad misma de que surjan los escenarios que faciliten el comportamiento corrupto.
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