Mayo
30
2016

La lucha contra el crimen organizado en la Unión Europea, aspectos internos y dinámica externas del discurso securitario

Durante
las dos últimas décadas, la Unión Europea (UE) ha jugado un papel
central en la lucha contra el crimen organizado transnacional (COT)
tanto a nivel interno como internacional. Establecido en los
comienzos como un complemento al mercado interior y la libertad de
movimiento de personas, el conjunto de medidas tomadas en la UE para
luchar contra el COT constituye en la actualidad uno de los elementos
principales del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia (ELSJ). En
este marco, la Unión ha impulsado el establecimiento de cierta
política “común” para luchar contra el COT en su espacio
interno basada en diferentes instrumentos transversales e
inter-pilares destinados a atajar esta “nueva” amenaza,
incorporando actores novedosos en la escena institucional y el
embrión de un Derecho penal puramente europeo. Es precisamente en
este último punto en el que se observa el uso instrumental del
Derecho penal que ha venido ejerciendo la Unión en los últimos
decenios, aduciendo la
necesidad
de profundizar en la integración comunitaria para atajar el COT de
una forma más eficaz sin que, por ello, las instituciones tengan un
conocimiento claro del fenómeno delictivo y su alcance, ni exista
una política criminal común consistente. Más bien, al contrario,
la Unión ha proporcionado un marco transnacional relativamente
complejo debido a presiones domésticas (agendas internas de Estados
miembros e
instituciones,
opinión pública, medios de comunicación, etc.) y externas
(“guerras”contra la droga y el terrorismo de Estados Unidos,
medidas contra el blanqueo de capitales y la financiación del
terrorismo) apoyándose en una retórica securitaria impulsada por el
discurso oficial de las instituciones europeas y las agencias del
ELSJ, lo que ha dado como resultado un complejo entramado de medidas
que han incrementado el alcance del Derecho penal como un elemento
más de las políticas de seguridad estatales y de la UE,
transformando incluso su propia naturaleza como medida de último
recurso. Este modelo de gestión multinivel de la seguridad contra el
COT funciona no solamente a nivel interno, sino que, igualmente,
interactúa con las relaciones exteriores de la Unión y despliega
una fuerte influencia sobre las jurisdicciones y política interior
de terceros Estados. Esta particularidad le ofrece a la UE nuevas
dimensiones para actuar en el exterior como un actor internacional
relevante en la transnacionalización del Derecho penal y ejercer de
esta forma influencia en las relaciones internacionales.

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